sábado, 25 de abril de 2009
No quise hacerte mal...
El monstruo me mordió.
Y ahora no puedo parar de llorar.
(Imagen robada de http://festivalmonstruopolis.blogspot.com/)
jueves, 23 de abril de 2009
Por las noches te amo en secreto...
Yo soy la sangre que corre por tus ríos, descubriendo la rapidez de tu placer. Inalcanzable y efímera, tan cercana como un sueño alucinógeno en luces de neón.
Mi amante, iluminada desde su propio centro, mi enloquecedora belleza, mi cálida musa, embriagadora noctámbula.
(nadie duda de tu femeneidad; deberías ser fotografiada, saboreada y experiementada por todos los caminantes insomnes que se buscan a sí mismos)
Moviéndome en colectivo por calle Corrientes, llena de carteles de mujeres semidesnudas, negocios colmados de turistas y vidrieras coloridas, caerme de lleno en la gran boca de la 9 de julio, toparme vertiginosamente con el Obelisco, y ahí, justo ahí, sentir que me estaba tragando Buenos Aires.
martes, 21 de abril de 2009
Todavía
lunes, 20 de abril de 2009
domingo, 19 de abril de 2009
En movimiento
Siempre creí que viajando es posible detener el tiempo: uno se mueve, se mueve a gran velocidad, y las cosas y personas que deja atrás pueden quedar paralizadas, estáticas, esperando que uno vuelva a buscarlas. El tiempo se detiene, zás, y desplazarse se convierte en una experiencia mágica. Es posible continuar el camino eternamente, con rapidez pero sin apuro, porque lo que nos espera se ha quedado congelado en el instante en que nos marchamos hacia otros rumbos. Hasta que un día entendí que en realidad el camino no era recto, había curvas por todos lados... y si lo que nos esperaba se había congelado era porque la ruta se convertía en círculo, en el círculo de una vida que siempre vuelve a empezar para tratar de enmendar sus errores.
jueves, 16 de abril de 2009
Penitas
martes, 14 de abril de 2009
Clasificaciones...
Una de las variables a la hora de clasificar tortitas de manteca (no es necesario pero, como siempre, algunos juegos sólo existen para divertirse) es su posición respecto del clóset y, en caso de que estén afuera, la forma en que salieron.
Según su posición respecto del clóset:
- Adentro: se dividen en dos subgrupos: las que están cómodas y las que no. Las que no, suelen presentar alguna alteración nerviosa tal como llanto espontáneo, falta de pulso en las manos, tics, etc. Las que están cómodas se escudan detrás del argumento clásico “Nadie tiene porqué saber mi orientación sexual”. Esta clase es la que nunca sale del clóset.
- Con un pie afuera: Hartas de los nervios, están a punto de colapsar constantemente. Atraviesan la etapa de la paranoia porteril (“Y SI ALGUIEN ME VE?!) que fluctúa con sobredosis de orgullo gay (QUË ME IMPORTA SI ME VEN!!!)
- Afuera: Es la torta en su estado natural por excelencia. Ya sin sentirse aprisionada y presionada, la lencha se puede desarrollar hasta alcanzar su potencial máximo, ya sea chongo, fem, andro, etc. Se permita ir a boliches de ambiente, codearse con otras lenchas en público y hasta usar alguna muñequera/pin con la bandera identificatoria.
Según la forma en que salieron:
· Aquellas que salieron tímidamente, sin estruendos, sólo ante unos pocos y que usualmente ocultan su orientación sexual evitando el tema a toda costa. ( Tenés novio?.....................Viste cómo terminó el partido Estudiantes-Boca?)
· Aquellas que con sorpresa y susto vieron cómo les abrían la puerta y las empujaban afuera violentamente sin darles ni un momento para afirmar los pies en tierra nueva-Lesbolandia. Generalmente los paparazzi y las chusmas del barrio o ANÖNIMOS MALVADOS se encargan de arrojarlas fuera de la oscuridad.¿Creen que me siento un poco identificada? Naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.
· Aquellas que desfondaron la puerta a patadas, haciendo la mayor cantidad de ruido posible (suelen explotar en ese instante las ollas a presión llenas de ira que ya les ocupaban demasiado espacio en el clóset). Baruyeras y sin miedo a la opinión pública, le declaran con orgullo al mundo que están acá para quedarse y que no piensan esconderse.