lunes, 10 de septiembre de 2012

(fr) agile

 Lucas se piensa un boludo, un boludo por dejarse ser tan vulnerable. Concluye que debería ser más cuidadoso con lo que le pide al universo; él quiso un huracán y se lo trajeron. Ahora está agarrado de un poste de luz tratando de que no se le salgan las zapatillas. Era más fácil patear piedras, y quejarse de ellas.
Sólo Chopin podría calmarlo un poco, después del choque de temporalidades arbitrarias que lo tuvo lloriqueando todo el día, aparte del viento en contra, claro. Pero cómo calzarse los auriculares cuando la lluvia lo punza tan fuerte que apenas puede abrir los ojos; el mp3 estará en su bolsillo, si es que no se lo llevaron las aguas ya. Aparentemente algún otro idiota habrá pedido la luna (seguro para regalársela a una amante infiel, que no la supo apreciar) y el universo decidió cumplirles a ambos el deseo, porque la oleada está cada vez más cerca de arrastrarlo, de resbalarle las manos, de dejarle en claro que es un boludo por haber deseado algo tan destructivo. Podría haber buscado un punto medio, pero no: había demasiados paralelismos rondándolo, y no tuvo mejor idea que ponerse en extremista y enfrentar el movimiento de frente, así con toda la jeta, a pesar de no saber nadar, ni qué hacer en caso de una catástrofe natural. Mira los pedazos de árboles que pasan flotando entre sus piernas, de vez en cuando alguna cafetera, una muñeca rota. No hay nada que pueda hacer, se queda ahí aferrado al poste como si lo hubieran atado con correa, esperando que pase algún amable señor en bote y le ofrezca un café, o un licor al menos, porque se le están enfriando los pies y no sea cosa que pesque un resfrío, después los baños de vapor por la fiebre, no sea cosa que.

http://www.youtube.com/watch?v=MPvS0g2papI

lunes, 3 de septiembre de 2012

Gestación

Ser sólo un cuerpo
Yaciendo a tu lado.
Una imagen extraña
Sin pensamiento. 

Nueve meses de histeria y parimos ésto. Miradas fijas en un rostro que no es más que otra cara del dodecaedro. Me invitaste a probarme tus espejos, y lo hice: tan humana me sentí, tan pequeña, tan palabra vacía. Aunque no sea sólo la noche, desconozco la oscuridad en tus marcas. Y si necesito encontrar tu música para conocerte, ¿dónde la encuentro?. ¿Cómo dejar de recordar tu aliento en mi espalda, si tus dedos se sintieron como agujas en mis venas enloquecidas? Si sos un alquimista de pensamientos, ¿cómo evitar que tus mordidas -dulzura asesina- me atraviesen la piel y la mente? Destrozaré este cuerpo para recomenzar otro, sin promesas, transmutación que requiera de tu intervención física, no tu juicio; tus anomalías lingüísticas incitándome a literaturizarlo todo, hasta el fuego que abandonaste acá sobre mi ombligo. 



El error era vivir el amor con culpa. 

Decirte



que te estuve esperando
que siempre te espero
que no estoy paranoiqueando
que te quiero ver
que necesito que me mires a los ojos
que me tengas asì, enredada a tu cuerpo
que apagues el telèfono
que te olvides del mundo 
que te quedes sólo conmigo
que tomes de mì lo que quieras
que te agotes y me agotes
que me arranques lo que nunca me atreví a darte
que descubras lo que estuve conteniendo
que me pidas lo que buscàs
que te dejes ganar, sòlo esta vez 
que te pierdas en mis manos
que me dejes jugar con tu deseo 
que me veas hundirme en vos
que no cierres los ojos
que me enseñes 
que te acerques despacio 
que me toques y te toques
que me mimes 
que me permitas mimarte
que me des una oportunidad 

para mostrarte lo mejor de mí, 
para darte las palabras correctas,
para que te regale toda mi dulzura 
                            toda mi lujuria
                            
                           y nada más.