lunes, 3 de septiembre de 2012

Gestación

Ser sólo un cuerpo
Yaciendo a tu lado.
Una imagen extraña
Sin pensamiento. 

Nueve meses de histeria y parimos ésto. Miradas fijas en un rostro que no es más que otra cara del dodecaedro. Me invitaste a probarme tus espejos, y lo hice: tan humana me sentí, tan pequeña, tan palabra vacía. Aunque no sea sólo la noche, desconozco la oscuridad en tus marcas. Y si necesito encontrar tu música para conocerte, ¿dónde la encuentro?. ¿Cómo dejar de recordar tu aliento en mi espalda, si tus dedos se sintieron como agujas en mis venas enloquecidas? Si sos un alquimista de pensamientos, ¿cómo evitar que tus mordidas -dulzura asesina- me atraviesen la piel y la mente? Destrozaré este cuerpo para recomenzar otro, sin promesas, transmutación que requiera de tu intervención física, no tu juicio; tus anomalías lingüísticas incitándome a literaturizarlo todo, hasta el fuego que abandonaste acá sobre mi ombligo. 



El error era vivir el amor con culpa. 

3 comentarios:

Pili (Como Cher...) dijo...

Que paradoja que a veces haya que destruirse a una misma para borrar lo que la experiencia con los otros nos dejó grabado. De alguna manera, son las cosas que a fuerza de pensamiento y silencio contenido nos obligan a conocernos, a reflexionarnos y a buscarnos de nuevo en otros...

José A. García dijo...

El error es hacer cualquier cosa con culpa, lo que sea, no sólo el amor.

Suerte!

J.

Roxana dijo...

Excelente, Paz. Capturaste la emoción.