jueves, 11 de agosto de 2011

Basilisk

Sigo mutando. Aunque quisiera, no podría dejar de contemplar cómo lentamente se van muriendo en mí tantos sentimientos que me agobiaban. Como una serpiente. Como el cielo. No me alcanzan las horas del día para que se aclaren mis ojos; necesito tambièn de la noche. De la música y el agua. De esta fuerza que me alimenta nuevamente sin que conozca su origen real. De la incendiaria que fui y del nuevo par de alas que crecen día a día. La carga pesa menos por cada hora de trabajo, por cada minuto de inspiración. Estoy llena de palabras nuevamente, mi deseo se ha cumplido.


Un poco más cerca de conocerme.

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