lunes, 18 de mayo de 2009

Brainstorming


Vivía diez minutos atrasada. Literalmente diez minutos en el pasado. Hablamos de superfluosidades cotidianas. ¿Porqué? Porque es lo único que nos queda, lo único palpable. Las plumas, yaciendo sobre la cama, sobre el piso; el pobre animal muerto bajo el mueble. Un castigo contra el instinto animal, contra el asco humano. ¿Quién puede darme algunas respuestas?.¿Porqué me cuesta tanto deshacerme de aquello que no me permite ser fiel a mi esencia?.¿Porqué te permito abandonarme todas las noches, infinitas camas frías de soledad?. El recuerdo no me acompaña ya. El tiempo trae de la mano al olvido, viejo decrépito y gruñón. El olvido no cree en las causalidades. El olvido te desconoce. El olvido la desconoce a ella también. Al olvido le gusta Soledad, que en sus veinte trae tacos y minifalda, se vende al mejor postor, juega con ell@s un rato y simula desaparecer entre luces de colores. Yo la conozco, suele rondarme. Nada pica más que la duda en resolver el misterio. El ruido no cesa, los párpados se cierran por un instante. Mañana... Un nuevo nombre, una nueva obsesión.

5 comentarios:

c h i n a dijo...

que las personas de nuestras vidas no se conviertan en obsesiones.

saludos.

c h i n a dijo...

te agrego a mis palabras amigas.

lau dijo...

cómo duelen las camas frías, cómo duele no poder cambiarlo..o no tener el valor para hacerlo..

plumas, plumas, plumas..
por ahí pienso que deberíamos ser más naturales y menos humanos..
la naturaleza rige después de todo..


beso, nena

lau dijo...

PD: la pic me recordó algo gracioso de ayer (a buen entendedor, pocas palabras xD)

Summer dijo...

ummmmmmmm????????