No quiero hablar más. Las palabras empezaron a confundirnos, y éso es (siempre) el mejor camino a otra pelea. Quiero quedarme en silencio, por fuera y por dentro. Quiero que se apaguen mis circuitos y los tuyos. Y simplemente, reposar, para olvidar el dolor que me causa reconocer que un cambio se acerca lentamente para causar estragos.
3 comentarios:
la nada a nada lleva.
abrazo.
Las palabras no son el problema, sino el sentido que le damos a las mismas.
Saludos
J.
Los cambios, como las palabras, son armas de doble filo. O de múltiples filos...
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