Una conversación a medianoche. Esto no es ficción.. Empiezo con las excepciones...
a: Elegi una: tormenta, caos o ruido?
b: Caos.Qué es esto?
a: Necesito un poco de orden en mi vida. Tu energìa opuesta a la mía me ayuda a organizar el universo.
b: Creo que lo último que podría darte a vos es orden (lo sabés, sabés porqué), igual, desconfío que vos busques orden en tu vida, después de todo... No sos vos la que está a favor de la búsqueda del kibbutz?
a: Sí! Pero dónde carajo está el límite? Hace años que lo busco. Necesito tener una línea que seguir al menos!
b: Pensè que lo habías encontrado d algún modo en eso que llamamos "amor", o estabas equivocada, o me mentiste...
a:Te dije que no se puede trascender a través de otros! Está en mi, el tema es cómo encontrarlo. Hay días que no lo siento...
b: Quizà (especulo) haya que dejar de buscarlo y pensar cómo hallarlo y simplemente obrar. Aunque espero que no sea así, porque de serlo, entonces estoy acabado. Por cierto, ya va la segunda vez que me sueño a mi mismo envuelto en llamas.
a: Renaciendo como el fénix? Todos estamos jodidos, los conscientes y los que no.
b: No, más bien quemándome. Y si, estamos jodidos, pero no lo digas así, yo soy el pesimista acá. Vos tenés que ser la que me haga olvidar todo lo horrible de este mundo por un rato. Lo que me recuerda, te necesito.
a: Hoy no. Hoy estoy en ese punto en el que te encuentro. Te dije que algo andaba mal... Mañana hablamos si?
b: Ultimamente tu programa, el mío y el de nuestro mundo anda mal. No te preocupes. Podemos solucionarlo (provisoriamente). Dormite.
a: Sòlo si Dios tiene una línea de ayuda al cliente... Que duermas bien. Ta mañana.
martes, 26 de agosto de 2008
viernes, 8 de agosto de 2008
Sombras
Sombras. Sombras que nos definen, nos marcan y posicionan. Sombras de contraste, de objetos y de personas, inmóviles y con vida propia. Sombras que son proyecciones de contornos, llenos o vacíos, de cuerpos que las ignoran, las pisan, las maltratan, las olvidan. Sombras desdichadas, desdeñadas, pasan inadvertidas en las calles, en los puentes, en los ojos de la multitud que camina. Pero los reflejos (pero) espejos entonces admirados, buscados y caras y colores y Narciso. Reflejos en el agua de un charquito, en los vidrios, en las ventanillas de los autos. Las sombras negras odian a los reflejos, de pura envidia, de saberse observados, mimados y hasta deseados. Los desprecian, y se los hacen saber interponiéndose en su camino cada vez que pueden. Los reflejos las ignoran, inconscientes de la ira que provocan; sólo pueden deleitarse unos instantes antes de desaparecer, concentrados en acicalarse y ajenos a la oscuridad que los acecha a la vuelta de cada callejón sin salida, sin luz solar que los haga renacer.
Escrito el 6/8/08.
Estamos haciendo literatura under =)
miércoles, 6 de agosto de 2008
Máscaras
Hay ciertas cosas que no voy a soportar. Hay lugares que no puedo visitar, situaciones que me descolocan por completo, caras que me asustan, máscaras que necesito. Dejáme seguir jugando, que mientras el juego sea juego no tenés nada de qué preocuparte. Sólo es parte de mi ilusión, mágica visión engañosa… luces y humo, cortinas de teatrales dramas imaginarios. El personaje que creé para mi es tan hermoso como el tuyo: una niña seductora, eterna femme enfant atrapada en su inocente cuerpo sin desarrollar, incapaz de hacer otra cosa que no sea jugar, provocando miradas lascivas y pervertidas, mientras se envuelve en vestidos de seda y cintas de terciopelo. Incapaz de crecer, de pensarse adulta, de salir del cascarón que protege su frágil cuerpo de la más suave brisa de verano. Encajes blancos la atan a un lecho rodeado de misteriosos felinos y de tules que sólo logran dar a la escena un efecto extrañamente infantil y sensual al mismo tiempo.
Y vos, la androginia encarnada, perfecta imagen del ser que siempre quise ser, del espíritu que deseé poseer. Pequeño, sin formas definidas, capaz de confundir al ojo más avezado, un ente intermedio, y entonces capaz de no estar en ningún lado y por consiguiente en todos a las vez. Pasaje perfecto entre lo mundano y lo onírico, un puente entre las partes que conviven en tu forma de moverte entre la gente. Bloqueás y abrís puertas a tu antojo. Tu palidez, la profundidad de tu mirada gris que se clava como un dardo filoso en donde se posa. La suavidad casi etérea con la que te deslizás sin causar un solo sonido que demuestre tu presencia.
Todo lo que te rodea me fascina y me hechiza, dejándome absorta ante tus cuestionamientos constantes, ante la calma de tu boca, el roce de la piel y tu compañía, placentera y silenciosa, calma ansiada en medio de la tormenta.
Anotaciones: Este escrito es la segunda parte, la primera parte por ahora no la puedo subir pero ya la van a encontrar enterita y completa, por ahora...
martes, 5 de agosto de 2008
La memoria de los objetos
Dejé una parte de mí en cada habitación de esa casa: mis huellas todavía están frescas, y sé que algunas veces te detienes a mirarlas cuando se te revelan, en medio de la noche, entre sueños. Las marcas de mis manos en los picaportes de las puertas, en las manijas de las sartenes, en las canillas del baño. En las decoraciones que arreglé, los regalos que te di, la vajilla que compramos entre las dos. Incluso los cambios que nunca llegamos a concretar, la pared amarilla, la cortina nueva, el cambio de muebles. Todo, absolutamente todo en esa casa tiene una parte de mi pasado pegado, adosado, envuelto en un paño invisible que los rodea, los atraviesa y también los liga a mí por medio de estas líneas grises que salen de mis brazos. Las hace brillar, energeia luminosa de un estado mental elevado, donde los elementos se vuelven nombres sin materia, figuras representativas sin masa. Cuadros sin trasfondo, simplemente testaferros de la historia, imborrables escenarios teatrales que actuamos con tanta habilidad desbordante de impulsos. Las impresiones de mí en los muros, las puertas, cada lugar en donde me apoyé, mi contorno creado por la luz del sol en el patio. Sé que las seguís viendo… Sé que no cayeron en el olvido, que las seguís trayendo a tus ojos (tus ojos negros) cuando me presentís ahí, cuando mi energía no es opacada por tu ceguera, cuando la melancolía te invade, la misma que me causa ese agujero azul cuando te veo. El agujero de la tristeza de no encontrarte en mi vida. El mismo que te confunde al dormir creando la ilusión de mi cuerpo en la huella del otro lado de tu cama y chocarte allí con otro cuerpo, con otra forma de alma que no es la mía… porque el espectro de mí te sigue rondando, aunque la piel se haya alejado hace meses -que parecen años- y el sentimiento se haya ido con ella.
Escrito el 18 de julio de 2008
lunes, 4 de agosto de 2008
Imitación
“La paranoia, supongo, de imaginarla tan cerca y tan lejos a la vez, 2 meses de ausencia y cartas nunca enviadas. Pero cómo podía explicarle todo lo que había pasado en esos 2 meses, los libros y el asco que ahora me daba hablar del clima, la cena, el vecino muerto de leucemia. Decirle, sin esperar, decirle que prefería pasar las horas en silencio y en compañía de mi alma, antes que la costumbre se metiera por el agujero de la cerradura al mismo tiempo que llegaban los parientes ruidosos, qué calor terrible que hace y porqué no se compra un ventilador de techo. Todo eso ya no tenía sentido, había escuchado una y otra vez la misma conversación tejida en diferentes combinaciones de palabras; jamás podría explicártelo, querida, vos vivís de esos juegos, pensarías que divago y le echarías la culpa a la soledad y la falta de trabajo. Y yo me quedaría mirándote, absorta en algún detalle de tu expresión, tantas semanas sin verte, tantos días de no dormir a tu lado. Finalmente estaremos despegadas, sin saber qué hacer con los recuerdos y las cartas (jamás enviadas), nos iremos a pasear al centro o a tomar mate en alguna plaza, pretenderé seguirte el juego, distraída entre las hojas de un naranjo que ya no da frutos, y todo será igual que antes; tocarse sin acercarse, hacer el amor sin acercarse, acariciar la piel sin acercarse.”
Escrito principio 2007
Escrito principio 2007
Por favor no me pises las constelaciones....
En los días en que siento que voy a estallar, cuando quiero mi soledad y escaparme un ratito de mi piel... Esos días en que todo se me escapa, la noche es mía, y el agujero latente amenaza con quebrar algo ahí adentro (un no se qué de comida, bolas de pelos, y la memoria imborrable). Cuando una hora de aislamiento se hace totalmente necesaria para ordenar, analizar y descartar las frases y fotos del día, saborear un minuto más de esa caricia que me regalaron PERO SOLO PARA MÍ, EN LA OSCURIDAD DE MIS PASILLOS, donde las paredes son líquidas y es preciso tocar, oler, lamer y oír pero jamás ver, porque soy llevada por una extraña fuerza, guiada por ese sentimiento que nace de un sueño, de los sueños de muchas noches interrumpidas,invadidas por los rostros, la tierra, la enormidad del todo y la red que nos conecta y se funde en lo etéreo eternamente, etéreamente eterno... intangible levedad que me persigue...
Esto es sólo otro disfraz (de nena perversa)
Escrito el 24/05/07
Violencia psicológica
Enrudoblar el pelo
Nervios.
Picazón en la espalda.
Miradas que marcan tensión.
Sueños violentos
Gatos y perros
Buscar apoyo y redes
El destino torcido
Acelerar el pago karmático
Cuerpo físico sin cumplir
Ella no me cree
Avanzar, avanzo, avanzas
Perderse entre la niebla
Buscar revancha inûtil
El olvido
Pedirle a la luna
Pálida lividez etérea
El caballero en armadura
Idioma extraño
Tiempo perdido en juegos
Ya no hay más
Te rechazo, insulto
Las humillaciones sufridas
Dos direcciones
Seguir confiando a pesar de
Frasirosas mentes
Pisar territorio enemigo
Huelga de idiotas
Desayunáte, té con leche
Noche de fiesta desenfrenada
Miedo a dormir sola
Ella no quiere oír
Las tareas cotidianas
Lejana, fría, cruel
Presente en la ausencia
Pasado en futuro
Ordenarme ordenando
Imagen fuera de foco, blurry
Oscuros campos descalzos
Vestidos de dama
Creando espacios imaginarios
Me niego
Ya no más.
Escrito el 13/05/08
Más allá del nivel del mar
En las alturas no hay piquetes. En las terrazas de los edificios, las copas de los árboles jamás hay tránsito; se respira mejor. El ruido se convierte en algo lejano, algo que puede olvidarse, que puede soltarse al viento para que se lo lleve. Desde un noveno piso es más fácil entrar en trance, olvidar que los pies están arraigados a la tierra, sentirse emparentado con los pájaros. Soñar con la libertad del cuerpo, esta piedra barrosa que sólo sirve para contener el alma; soñar con una elevación etérea y eterna.(Aunque desde esa altura también es es más fácil sentirse tentado a tirarse súbitamente al abismo).
Quién es Pazchi?
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