lunes, 15 de junio de 2009
Con un mal humor de gata mal despierta....
La dulce ternura de un gesto, de tus besos para despertarme, de los sobornos para que abra los ojos por la mañana, es lo que me convence de tu presencia en mi vida. Entraste sigilosamente a mi habiación mientras dormía, y no lograste tu objetivo.
-"Por favor, quiero abrazarte"-me pediste. Mi cuerpo no reaccionó a tu pedido. Exasperada, tiraste de la sábana, me alzaste en brazos entre quejidos y gemidos (el frío me congelaba en un golpe, el cambio repentino) arrastrándome hasta el baño, donde me desvestiste y me obligaste a entrar en una ducha tibia... Sólo en ese instante reaccioné.
-"Y mi regalo?"- te pregunté, nena mimada, gato dormilón aún lamiéndose el cuerpo.
-"Salí ahora, después lo voy a buscar"-.
Se me ocurrió entonces, bajo el vapor de la ducha, que el regalo ya había entrado por la puerta, me estaba cubriendo en toallones y abrazándome al fin, sosteniéndome para que no resbalara en el piso mojado, llenándome de mimos mañaneros y tazas de chocolatada con galletitas. La mejor manera de empezar el día.
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4 comentarios:
diooooooos, qué sola estoy!!!
=(
tengo que hacer algo con mi vida..
abrazo, nenaaaaaaaa
Andabas bien desaparecida eh!!!!
chuuuuuuuui, sum
JAa.. Lau
desesperada xD
Em , hace mil que no pasaba por aqui...
( por sierto , soy elogiodestalocura...)
Em, que amor.
Aunque odio a los gatos... por todo lo que implica su personalidad.
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